Los siete cabildos cierran el año con plazas libres en los pisos de acogida para menores extranjeros. El cupo total es de 250 y sólo están ocupadas 200.

Los centros destinados por cada isla para acoger menores extranjeros no acompañados, gestionados directamente por los cabildos, tienen ahora mismo 50 plazas libres, mientras se mantienen abiertos dos recintos de emergencia creados por el Gobierno canario, uno en Tenerife y otro en Gran Canaria, donde viven 65 adolescentes africanos.

El acuerdo al que llegaron Gobierno y cabildos, refrendado por el Parlamento canario el 11 de febrero de 2009, fijaba que en el Archipiélago podrían vivir unos 250 menores extranjeros, tutelados por la Consejería de Bienestar Social del Ejecutivo canario, que cedía la gestión a los cabildos, como sucede con los menores nacionales.

Todas las islas tienen menos chicos de los que caben en los hogares destinados a la formación e integración de los menores que llegan solos en las expediciones de cayucos o pateras.

Mientras que Gran Canaria dispone de 14 camas sin ocupar, en Tenerife sólo queda una libre. En Lanzarote son 10 y en Fuerteventura, 13. Además, en La Palma caben dos más y en La Gomera, 6. Por último, en El Hierro, que cuenta con cuatro plazas, las tiene todas libres.

Este cupo se fijó con el objetivo de facilitar a los niños africanos la formación necesaria para lograr su integración en la sociedad.

El fenómeno de los menores no acompañados comenzó en las islas en 1994. Los pocos niños que llegaban solos ingresaban entonces directamente en los hogares del cabildo de la isla que recibía la embarcación clandestina.

Las hemerotecas guardan el conflicto que se produjo en 2003 entre el Cabildo de Fuerteventura y el Gobierno canario, a cuenta de la acogida de estos jóvenes.

La isla que recibía las expediciones se hacía cargo en solitario de los menores extranjeros no acompañados, hasta que el Ejecutivo autónomo y los siete cabildos formalizaron un acuerdo por el que cada isla se comprometía a atender a un determinado número de niños extranjeros, en proporción a su población.

En 2006 comenzaron a llegar cayucos con decenas de menores no acompañados, algunos de ellos de nueve años. Las plazas públicas de los hogares de los cabildos no daban para más y, el Gobierno abrió los denominados centros de emergencia, que se fueron ampliando paulatinamente hasta llegar a ocho.

A día de hoy, el Gobierno canario tutela a un total de 452 menores extranjeros no acompañados, de los que 172 viven en distintas entidades de la Península, distribuidos en varias ciudades, como Madrid, Salamanca, Segovia, León, Burgos, Valladolid, Murcia, Alicante, Toledo, Badajoz, Cáceres, Valencia, Santander o Asturias.

Gracias a un acuerdo entre le Ejecutivo canario y diversas entidades privadas que se han comprometido a mantener y formar a estos chicos, que viven en pequeños hogares, donde tienen a su disposición las herramientas necesarias para lograr salir adelante.

Precisamente éste es el principal objetivo de la acogida de los menores extranjeros, pero se hacía difícil en Canarias cuando eran cientos los menores que cumplían la mayoría de edad a la vez y no habían tenido tiempo suficiente de conseguir lo necesario para forjar su futuro con todas las garantías.

Los traslados a la Península han favorecido este objetivo.

Los pocos que se han quedado en Canarias, después de abandonar los centros al cumplir los 18 años, han formalizado una asociación, con el fin de apoyarse a la hora de buscar un empleo con el que puedan renovar su documentación.

En 2010 han llegado 52 niños

En 2010 han sido 52 los menores extranjeros no acompañaos que han alcanzado las costas canarias a bordo de cayucos o pateras. Además, el número total de inmigrantes llegados a Canarias durante este año ha descendido un 91,8% respecto al año anterior. Desde que en 1994 se detectara la primera patera en las Islas, el número de inmigrantes adultos que han alcanzado las costas del Archipiélago ha ascendido a 96.280 personas y las embarcaciones registradas han sido más de 2.890. Hasta 1998, la cantidad de personas que han intentado entrar en Canarias no superaba el millar por año. Ya en 1999 se produjo un aumento considerable y la cifra saltó hasta los 2.165 personas, para subir a 2.240 en el año 2000 y duplicarse en 2001, con un total de 4.129 personas. El año siguiente, la situación varió considerablemente, cuando fueron 9.929 los inmigrantes que lograron llegar a las islas en expediciones clandestinas, cifra un poco superior a la de 2003, que quedó en 9.555. Al año siguiente la cantidad volvió a bajar, con 8.519 y en 2005 las cifras serían similares a las de 2001 y se colocarían en los 4.718 inmigrantes. En 2006, que se denominó "el año de los cayucos", el número de personas se situó en 31.859. A partir de ahí, los números han ido bajando. En 2007 llegaron 11.746 personas, mientras que en 2008 fueron 8.300. En 2009, 2.021 y en 2010 han sido 148.